Crónica I Duatlón de Artá por Pilar (schuster)

Era un domingo frio y soleado, de los que me gustan a mí. Llego puntual a mi cita y a las nueve ya estaba en la cola para la recogida de dorsales. Me sentía mucho más tranquila que en mi estreno en el Parc Bit, pero inquieta por mi persistente tos. Sixto quiso acompañarme en este día, detalle que le agradezco enormemente.

Estaba atenta porque quería localizar a mi única rival F-40 y al final di con ella; de hecho, ya la conocía de alguna carrera a pie, y me comentó que era su primer duatlón, por lo cual estaba muy nerviosa; así pues, cuando Sixto la invitó a ir con nosotros, ella aceptó enseguida.

Dan la salida y en varios segundos nos situamos prácticamente los últimos del grupo (¡como corre la gente!!), pero no penséis que íbamos en plan tortuga, ya que según el garmin de Sixto corrimos los dos primeros kilómetros a 4.40/km, que para mí es una velocidad supersónica.
Nuestra compañera era más ágil en las subidas y me iba cogiendo algunos metros, pero yo le mantenía la distancia en las bajadas.
Cogimos la bici los tres juntos y yo intentaba ir a rueda de Sixto, vigilando que nuestra acompañante no se descolgara; así estuvimos pendientes de ella hasta la última vuelta, momento en el cual decido ir hacia delante a sabiendas que ella me podría ganar a pie; de todas formas, no conseguí distanciarme de ella.
Por tanto, llegamos a Boxes prácticamente los tres juntos. Cuando inicio la carrera a pie, un grito de “vamos Schuster” me hizo sonreír y me dio fuerzas para afrontar el último tramo; era Manuel. En la carrera a pie nuestra acompañante me cogió unos metros que me resultaron imposibles de recuperar y me ganó por 25 segundos.

Al final estaba muy contenta, disfruté mucho, especialmente con la bici, puesto que pude ir a rueda.
Sólo me queda agradecer los ánimos y consejos de Manuel y resaltar especialmente la colaboración de Sixto, esta ONG con patas.